El arte rupestre constituye para la arqueología, verdaderos textos gráficos autoinformativos, porque emerge en el contexto sociocultural del territorio en el que están asentados los hombres y han instalado su vida, del cual adquieren formas empíricas de conocimientos, cuyas sensaciones captadas y graficadas en los petroglifos estudiados, son para nosotros verdaderas visiones espontáneas de aquella realidad.
Bueno Mendoza, A. (2006). Petroglifos en la quebrada Morín y La Galgada: de los textos gráficos al mito etiológico. Investigaciones Sociales, 10 (17), pp. 1-24.