El cerebro de los grupos filogenéticamente más antiguos, como peces y anfibios, no presenta neocorteza cerebral, teniendo una organización más simple que la observada en los mamíferos. En particular, los anfibios son un grupo clave dentro de los vertebrados pues representan la transición desde el agua a la tierra. Desde la perspectiva de la evolución cerebro-conducta, este grupo sirve especialmente para interpretar cuáles son las implicaciones que tal transición pudo haber tenido en la organización cerebral. Por lo tanto, los anfibios ofrecen la oportunidad única de encontrar los mecanismos básicos de una amplia variedad de comportamientos sin una fuerte modulación cortical. Este artículo incluye la descripción de tres procedimientos en anfibios que se han desarrollado en nuestro laboratorio para estudiar diversos aspectos del aprendizaje, tanto apetitivo como aversivo, así como sus bases neurales. En primer lugar, el aprendizaje en una situación de corredor recto, en la que el pallium medial (área homóloga al hipocampo de mamíferos) está implicado funcionalmente en la extinción de la respuesta. En segundo lugar, el aprendizaje espacial, donde la activación del pallium medial también juega un papel fundamental. Por último, varias situaciones de aprendizaje aversivo de evitación, donde el striatum (área homóloga a la amígdala de mamíferos) asumiría un importante papel funcional. Globalmente, el estudio del modelo de los anfibios está empezando a dar las claves sobre los mecanismos neurales básicos de estos comportamientos aprendidos. Además, el conjunto de estos datos muestran que estos procesos de aprendizaje son muy generales entre los distintos grupos de vertebrados, lo que sugiere que estos caracteres han sido altamente conservados a lo largo de la evolución.
Muzio, R. (2013). Aprendizaje en anfibios, el eslabón perdido: un modelo simple cerebral en el estudio de conductas complejas. Cuadernos de Herpetología, 27 (2), pp. 87-100